LA HERMOSA RUTINA

En la vida hay infinidad de formas de vivirla, neta infinitas.

Se dice que la vida es única, que eres privilegiado, que debes hacerla valer. Lamentablemente a día de hoy siento que esto no es posible, menos por el sistema en donde vivimos.

Supongo y tal vez muchos pensaran que esto es cuestión de perspectiva y de cada persona. No quiero verme muy pesimista con esto pero más del 70% de la población del mundo estoy seguro no puede vivir su vida como quiere.

Hay que trabajar, ganar ese maldito dinero.

Trabajo es eso que tienes que hacer para lograr esa remuneración, a veces si eres suertudo trabajas haciendo lo que te gusta, y muchas veces (como la mayoría de nosotros) trabaja por que tiene que hacerlo, no es de nuestro gusto pero es necesario.

Yo me levanto temprano al trabajo como millones de personas, lo veo todos los días. Gente que si te tomas un momento y la miras detenidamente te darás cuenta que sus ojos no tienen brillo, se ven obligados, se ven miserables, cansados, nadie sonríe, nadie habla, me imagino que estarán pensando en cuando termine el día. Y esto ocurre todos los días, la mayor parte de sus vidas.

Y todo para obtener un pedazo de papel cada 15 días. No todo se basa en dinero y estoy de acuerdo con ello, pero nadie me va a negar que te alivia bastante. Te da tranquilidad, seguridad y muchas veces aunque lo niegues… felicidad.

Ahí es cuando entra la rutina, muchos la odian, se niegan aceptarla. Yo por el contrario la recibo con los brazos abiertos, porque la rutina hace que me olvide, me vuelve un robot por un momento, me vuelve automático en un mundo de automáticos. Me hace hacer lo que debo de hacer, punto.

Ahora, ya dejando de lado mi pesimismo y mi quejadera, dirás que hay de rutinas a rutinas.

Y si hacemos rutina el ver? Y si hacemos rutina el hacer lo que nos gusta? Y si hacemos rutina el reír? El disfrutar? El vivir? El ser feliz?

¿Se oye fácil verdad? pero NUNCA LO VAS A HACER.

AD.